Cómoda pintada con chalk paint

Encontré esta pieza en un mercadillo navideño hace casi dos años. Casi nada. Pero el momento llega cuando llega y al fin la inspiración acudió a mí. Y me decidí a pintar con chalk paint esta cómoda.


Digo yo que es una cómoda, porque no sabía cómo llamarla… ¿un bureau? ¿un tocador? ¿un secretaire? Así era cuando la compré… olía a perfume rancio y parecía haber sufrido varios rebarnizados desesperados… pero por suerte ni rastro de carcoma.

La lavé a conciencia y dejé que se secase muy bien.
Desmonté tiradores y quité el copete trasero, que estaba medio suelto; de hecho no lo he pintado, no me convencía y lo he guardado por si en un futuro cambio de opinión.

Sobre el color sólo tenía claro que quería que fuese llamativo y me decidí por el verde Antibes de Annie Sloan. También sabía que no lo quería monocromo, pero el resto de colores los decidí sobre la marcha.

Cuando pinto estas piezas en casa suelo poner un gran trozo de papel kraft industrial debajo; retiré cajones y apliqué la primera capa de pintura.


Como el mueble tiene molduras, para asegurarme de que la pintura llega a rellenarlas, apliqué primero una fina capa con una brocha redonda, limitándome a las zonas de madera tallada; después empecé con la primera capa de la pieza completa.



Nota: tal vez tú prefieras que el fondo de las tallas se vea de color madera; en ese caso aplica las capas de pintura directamente, sin detenerte mucho en ellas.

El sobre del mueble lo pinté con rodillo; ya probé para pintar la bancada del salón y me gustó el resultado.

Apliqué dos capas de pintura y después una capa muy generosa de cera clara. Me preguntan a menudo si las piezas que hago no se descascarillan y debo decir que en ese sentido estoy muy contenta tanto con la bancada del salón como con el aparador que pinté también con chalk paint y que os enseñé hace meses.
Y no será porque no apoyemos cosas sobre ellos, sobretodo teniendo en cuenta que en casa hay una niña de cuatro años =)
Creo que la clave está en que la capa de cera es muy generosa. Y le cuesta unos días secarse por completo. Paciencia.

Después logré decidir cómo quería el frente de los cajones y opté por pintarlos en Old White de Annie Sloan y hacer una franja central de Gris Francés de Auténtico, aproximadamente de un tercio del alto de cada frente.


Para eso, encontré una cinta de carrocero de la medida perfecta para el cajón grande, pero tuve que superponer dos tiras de una cinta más fina para los pequeños, midiendo bien:


Ya veis que no he pintado en principio los laterales (ni el interior) de los cajones. Como es una pieza antigua no tienen mecanismos de deslizamiento, lo que implica que cada capa de pintura que aplicas dificulta la apertura; por eso de momento me he limitado a pintar los frentes y el borde superior de los cajones y el resultado una vez montado no me disgusta… La pintura blanca que veis en los laterales la lijé después 😉

Compré unos tiradores esmaltados en gris y blanco pero finalmente resultó que quedaban infinitamente mejor los originales:





Siempre me cuesta empezar este tipo de trabajos… es el miedo a equivocarme en la elección del color o en decisiones como si aplicar cera de color o no, o si lijar más o menos algunas zonas…

Os aconsejo que invirtáis un tiempo en crear y llenar un tablero en Pinterest que os aporte cuantas más ideas mejor, y que lo toméis con calma. Si no estáis seguras, incluso habiendo empezado ya, dejad que pase algún día, revisad el tablero y poneos de nuevo frente a la pieza con la mente abierta a algún cambio…

Yo quería hacer franjas verticales, pero por las molduras no lo vi claro y tras darle muchas vueltas decidí cambiar el sentido de las bandas 😉

Y aún estoy pensando si le aplico un poco de cera marrón claro o lijo alguna zona (esto lo haré seguro), pero prefiero dejarlo reposar, no hay prisa…

Pat.

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