Ya sabéis cómo empezó mi historia de amor con el lettering y la caligrafía.
Y ahora voy a contaros cómo estoy aprendiendo y qué materiales he ido recopilando para probar distintas técnicas y acabados.
Sé que a muchas os gusta tanto como a mí y que vais un poco perdidas, porque cada vez que subo una foto a Instagram os encanta y me preguntáis con qué lo he hecho 😉
Y un aviso: mi lettering, de momento, es un asco; no pretendo enseñar a nadie. Sólo hablar de mi experiencia empezando, por si hay más novatos leyendo 😉
Para empezar… ¿qué es el lettering? ¿y la caligrafía?
Pues simplificando mucho, la CALIGRAFÍA es el arte de escribir bonito, según unas pautas muy definidas que deben respetarse para que el conjunto final sea harmónico. Imagino que es por donde deberíamos empezar para educar la mano.
Mi primer Kit de Caligrafía fue el de Three Feelings. Su gran ventaja es que te llega a casa con material para poder empezar a escribir desde ya y romper el hielo (palillero o mango y un par de plumillas, tinta negra y un cuaderno-plantilla para practicar); las explicaciones son algo escuetas pero suficientes para ponerte manos a la obra. Creo que ahora han sacado un curso online pero yo no lo he hecho y no puedo opinar 😉
Me suscribí en cambio al curso online de Caligrafía Inglesa de Hello Creatividad y, aunque no pude hacerlo en la semana en que se iba publicando (menuda sorpresa…), lo estoy haciendo ahora y me está gustando mucho; explicaciones detalladas y vídeos muy útiles que da gusto ver…
Por otra parte, el LETTERING es el arte de dibujar palabras. Más libre, más creativo y, sin duda, mi favorito. Imagino que es el paso lógico tras la caligrafía, aunque mi impaciencia me hizo saltar demasiado rápido a él y claro, eso se nota (de momento odio mis «enes», mis «emes» y mis «ges»).
La belleza del lettering basado en la caligrafía reside en imitar de manera harmoniosa las líneas gruesas y finas que resultarían al escribir con pluma (cuando escribes con pluma las líneas ascendentes son finas y las descendentes más o menos gruesas según la presión que apliques).
Así que ahora estoy practicando tanto mi caligrafía como mi lettering siempre que tengo un ratito. Me encanta, me relaja y creo que tiene mil y una aplicaciones.
¿ Y qué MATERIALES necesitamos?
Para escribir con PLUMA hacen falta palillero (el mango), plumilla y tinta. Básicamente.
Hay un millón de tipos de plumillas, acabadas en punta, en bola o rectas (con distintos grosores), más o menos flexibles y de diferentes materiales. Es un mundo inmenso!
De las que he probado hasta ahora, la que más me gusta es la Leonardt 30, aunque aún tengo que probar las que recomiendan en el curso de caligrafía que estoy leyendo.
El mango puede ser recto u oblicuo (como el de la foto superior). Se supone que éste es mejor para la caligrafía inglesa ( o Copperplate) porque ayuda a lograr el ángulo adecuado sin forzar la posición de la muñeca. También hay plumillas oblicuas para acoplar a mangos rectos.
Yo sigo probando con uno y con otro y para el lettering imagino que tiene menos importancia que la plumilla/mango sean oblicuos, ya que la técnica es más «freestyle» y, de hecho, los tamaños de letra, ángulos e inclinaciones cambian a tu antojo…
Las tintas… las hay desde la clásica negra hasta de colores, metalizadas y perladas. Según la calidad varían en espesor y fijación (importante si vas a trazar líneas guía con lápiz y vas a borrarlas después).
Pero no hay por qué escribir siempre con pluma…
Podemos usar ROTULADORES de distintos tipos:
Desde los clásicos Posca, con muy buena densidad de tinta y colores intensos en distintos acabados; la gama es muy amplia, incluyendo blanco muy cubriente (perfecto para un efecto tiza) y metalizados.
Su punta es redonda, así que para lograr las diferencias de grosor hay que «repasar» las zonas donde sabemos que al escribir con pluma el trazo quedaría más grueso.
Rotuladores con punta cuadrada como estos Edding 1255, específicos de caligrafía; el acabado es distinto, me han resultado un poco difíciles de manejar porque la punta es muy rígida e ir girando para conseguir distintos efectos de grosor cuesta bastante. Creo que quizá sean más apropiados para otros tipos de escritura más clásica:
Rotuladores con punta tipo pluma, como los Winsor:
O rotuladores acuarelables como los Zig, que tiene dos puntas, una de ellas tipo pincel (éstos además se usan mucho para colorear sellos estampados en papel):
También puede hacerse con PINCEL Y PINTURA; lo que más he visto usar es la acuarela, con pincel de pelo o con estos pinceles con depósito de agua, que también puede rellenarse de acuarela líquida (ésta puede usarse también con pluma).
Y seguro que hay muchísimas más opciones que yo no he probado aún.
Y esto hablando de escribir sobre papel… sobre pizarra, cristal… se usan otro tipo de rotuladores, lso más comunes los llamados de tiza líquida, que cubren muy bien pero se retiran fácilmente con un paño húmedo.
Respecto al PAPEL, yo suelo usar blocs de dibujo baratitos para practicar y practicar, porque tiro muchísimas hojas.
Pero para un trabajo definitivo, es importante que el papel sea de calidad, que la tinta se fije bien y no se extienda alrededor del trazo. En caligrafía es importante que no sea demasiado grueso si queremos poner bajo él una guía y que se perciba a través del papel. Y si usamos acuarelas hay que recurrir a papeles para técnicas húmedas, porque si no el papel absorberá mal el agua y se arrugará.
El otro día alguien me preguntaba cómo podía aprender a escribir así (viendo mis letterings, que son una patata!).
Mi respuesta fue que, aparte de hacer algún curso online o mejor aún, presencial (yo haría mañana mismo un de los de Project Party Studio, pero la vida no me da para más), la única forma de aprender es mirar y mirar el trabajo de los demás para saber qué te gusta y estropear un montón de papeles hasta que tu mano se suelte y desarrolles tu propio estilo.
Y en eso estoy =)
¿mucha información? ¿os gusta el lettering? ¿os animáis? =)
Pat.